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Mostrando las entradas de 2016

Fragmentación

Los círculos de la noche son un par de alas.   Espejo al aire,  añicos y suelo.  Juegos de sombra sobre pared; voces al fondo del pasado entrecortado,  del temor de soñarme lejos de la hoguera,  hecha con estos cuerpos que se besan y besan.   Espejo al aire,  añicos y suelo.  Aquí, se despide el invierno. Allá, el verano insiste, como en todo buen sur, con el sol más tostado y la memoria de hilos azules, la paleta de mi mar, mi consentido, mi...  Mío, mío, mío. 

Humberto Naranjo

I Tú y las calles.   Las calles estarán minadas; y tú...  Estarás,  con  molotovs en los bolsillos, en la frente y en el corazón encapuchado .  II Crónica de una muerte anunciada; atrasada, pero anunciada. III Para encontrar a Humberto Naranjo... ¿A Humberto Naranjo? Ay, ay, ay...  Tendrá que ser con una ráfaga de viento que haga volar las mariposas de todos los Macondos; con los dientes,  que arrancarán las historias oficiales de los libros. Hasta que no quede ni una sola  ¿Escuchaste?  Ni una pinche sola.  Para escribirle a Humberto Naranjo... ¿A Humberto Naranjo? Ay, ay, ay... Tendrá que ser con un avoncito de papel, con destino a la primera línea la barricada; al fuego de los meteoritos, al último ocaso. IV Lloverán las estrellas. No habrá fosa que pueda sepultarlas Serán las semillas de los nuevos cielos.

La nada o la muerte. Los vacíos

Para el frío, tengo mis frazadas;  para el sueño, almohadas y sueños; pero para la muerte...  Para la muerte, estoy despojada; para ese caos interminable, no hay nada; ni remedio, ni consejo, ni calor,  ni sueño,  ni abrazo, no hay nada,  más que miedo.  Miedo que sólo sirve para robarle pedacitos de muerte a la muerte y de miedo al miedo.   ¿Cómo será la despedida final de mis finales incontemplados?  El arrepentimiento del ateísmo,  el refugio en los rosarios despreciados y el último aliento, la última mirada que se va a la nada; a la muerte que les espera para tragárselos.  Nada más y nada menos,  que el fin de los fines; el fin del sentido,  el fin de la culpa; la culpa del sentido y el sentido del fin. 

Sequía I

La estación y la aprehensión de los ríos Gárgolas y fantasmas tocan mi memoria, máquina de ficciones interminables. Llego al paradero de relámpagos, la fiesta de los gritos, el temblor de mis piernas y la sedienta tierra de las grietas. Mi cabellera es un nudo, un huracán, un grito. Mi sangre va sin prisa; no hay letras que remen por mi saliva. Panorama capturado, pulverizado, desaparecido... Gira de monstruos grises, castillos de llantas y bombas. Mis plumas han muerto. Yo soy el funeral. 

Pues...

Los intermedios del día suceden cuando subes, bajas y resbalas toda cuerda, todo traste. No hay espera que dejes pasar de largo.  La tomas para convertirla en un vitral al interior del tiempo. Dibujas historias sobre tu tierra y tu vida. Los recuerdos y el porvenir pueden ser un caracol que guarda una fiesta de sonidos: edificios y olas.  Contigo, las pausas son causas. Qué paisaje...

Mírame

Mírame. Eres la injusticia perfecta, el cuestionamiento a la racionalidad; la coincidencia ¿Por qué otro motivo esta ciudad sería Buenos Aires? Mírame. Me sostengo al presente que se escurre entre los días; se me va, amor. Mírame. Me sostengo al presente que me empuja al aeropuerto; me lleva, amor. Voy contra el viento y el tiempo; pero me arrastran, como el asalto de aquella noche. Mírame. Quiero quedarme y apropiarme esta forma de estar y ser. Vámonos, cabalguemos hasta donde nos queramos. Mírame, mírame, mírame. Toda, mírame toda. Mírame para siempre. Mírame más allá de las promesas, las ganas y los recuerdos. Mírame más allá de los amaneceres en la azotea. Mírame más allá de los tés bebidos y por beber. Mírame más allá de los juegos, las risas y los abrazos en un invierno que resiste a renunciar, como yo. Mírame, mírame, Sólo mírame. Mírame para que pueda llevarte. Mírame, así guardaré tus ojos para cuando no estén así, como ahora, frent

Seamos peces

Ábrete, boca. Ábrete, boca, sobre la mía.  Sobre la mía, ábrete, boca.  Seamos peces. Hagamos burbujas en el navegar; en la víspera de los amores líquidos,  la economía derramada,  el dinero evaporado -como las charlas en los colectivos-  y los golpes de estado sin milicos.  Seamos peces. Nos quitaremos todas las capas.  Una tú; otra yo...  Otra vez tú y luego yo.  Nos quiero sólo con este núcleo ardiente: piel morena, recuerdo de nuestro sol y nuestros mares. Ábrete, boca.  Ábrete, boca, sobre la mía.  Sobre la mía, ábrete, boca.  Hagamos temblar todas las camas y cada escalón hacia los pisos del edificio,  aquél, ese, este. Transitemos por los puentes. Escurrámonos, deslicémonos, vayámonos... Sólo hagámoslo.  Seamos peces. 

Muro de la vergüenza

1 de septiembre de 2016 Buenos Aires, Argentina "Muro de la vergüenza" 1 Tenía 10 años cuando conocí "el muro". Estaba en el asiento de copiloto rumbo a Ensenada, Baja California. Tenía apoyada la cabeza sobre el cristal y miraba el desfile de las cruces. Algunas tenían nombres y flores; otras no, quizá era el tiempo que les borraba, ya sea por la velocidad del auto, la distancia de sus familias o la invitación de Peña Nieto a Donald Trump. Sí, esta última es el tipo de situaciones cíclicas que tocan la puerta de lo que es sentirse parte de una "comunidad imaginada" (como la llamaría Anderson) y, sobre todo, despierta la digna rabia de la que han hablado los y las compas zapatistas. La invitación de Peña Nieto a Trump -claramente- fue posterior a mi primer encuentro con "el muro"; pero, me sorprendería poco que hubiera sido en ese porque una de las cuestiones compartidas con éste -el más presente posible-, es la extensió

Primera lluvia en Buenos Aires

Llueve sobre Buenos Aires. Escapo por las ventanas de una ciudad pintada por mi mirada, de ojos efímeros, supervivientes y viajeros en los instantes. Estas calles ya han sido caminadas y estas luces, testigo de los pasos. Entonces, llueve sobre Buenos Aires. Allá van las gotas; en caída libre, de paracaídas y miedos. No hay paraguas que sea suelo o las rompa en cinco. [Algo así tenía que ser la independencia] Juego a la rayuela sobre un cielo gris. ¿A dónde se fueron las piedras? Llueve sobre Buenos Aires. Coordenada el sur, al interior de una casa que me supera en colecciones: generaciones de vida. Todo se ha evaporado. 

Farolitos y faritos

[Desde alguna ventana del corazón] Espera... No, ya no aguardo. [Verano 2016] Las cortinas se tiñen y el despertador tiembla. Llegan  whats y recibo correos. Ya no rezo por las mañanas; ahora consumo café y no [Chetumal] Saludo a la cocina que me mima; me recuerda a mi abuela haciendo tortillas de harina, a mi mamá preparando un ceviche; y las reuniones familiares, de las elegidas. Vecina de Xul-ha, 20 minutos. Vecina de Bacalar, 30 minutos. Vecina de Mahahual, 1 hora. Azules y Caribe. Sales y pieles, morenas con sabor a sol. [Yo robé el reloj de Bernardo] Yo, sí. Yo, fui yo. Sí, yo. Sí, fui yo. Lo escondí en mi espalda y me aventé, a mero mar abierto. He detenido el tiempo y sido parte de esa pausa, mínima y eterna. Ser oxígeno ¡Oh.. Sí, ser! Ser, mi amor, ser... Oxígeno, ser.  https://www.youtube.com/watch?v=N42c51czrOM&list=PLNRUA3RGKb5XdB1piFZqmXkx1orxjcwLK burbujita

Crudeza cascaruda

[Higiene] Me limpio la cara. Recolecto polvos grises, estancados en mi cara; esa del espejo y la que miro. [Metro] Nado entre los peces moribundos, nos vamos en la red metálica y hasta donde sea que nos arroje el monstruo. De aquí para allá. Sin parpadear; con ampollas y pantorillas delineadas. Un pulque en mente y besos pendientes. [ Semper Altius ] Las medallas y la vida. Palomeo mis planes; me tatuo estrellitas. Coloco mi lista imaginaria en una vitrina. Una más a mi collage de selfies, cristalizaciones de que estoy encardumendata hacia el éxito. [Somos parpadeos] Luego luego, veo los cráneos del Museo de Antropología y me asusta el existencialismo; me asusta la muerte, el vacío y la nada. Me agobia la responsabilidad de crear mundos de la vida y asumirme como parte de un momento irrepetible entre los daguerrotipos de la Vía Láctea. Luego luego, sólo quiero suicidarme. Lanzarme por las escaleras, planear un terremoto y envenenarme de dolores. Aq

Universitaria en Coyoacán

Juego de sombras; palacio de bongs ; risas y monchis... Los pliegues de la cortina; semblanza de una millennial ... Veo a La Plata en el espejo; la cruzaré en mi peregrinar hacia Montevideo. Camino sobre el agua y careceré de testamento; lo aprendí en la Cineteca . Resignifico canciones en el vaivén de significantes,  ciudades de sentido.  Tranqui, tronco... Deja las correas, que estas caderas son libres de ser; han roto y quemado las cadenas, los muros de hierro y los candados de marfil. ¿Mis amigas? Fundiéndose con el mundo, sin señal, enamorándose (más) y con trabajo(s). Lejanas y perdidas, entre la lumbre de los abismos neoliberales y el placer de no-recordar- me . No hay paloma mensajera que las encuentre; ni me gustan las aves. [Las niñas perdidas] Me fumo la teoría antropológica; la quemo bieeen rico... ¿Y la Praxis?  "Ah, no sabía que había convocatoria para el club de los binomios" Llegaré con estas botas hasta la  Patagonia

Desayuno del lunes

Melena negra; piel de durazno. Constelaciones en los hombros y en los muslos; espectáculo de lunares y pecas. Exploración de túneles con naves hechas de dedos y mermelada. Camisas anchas y calcetines sucios; sin ligas para el cabello ni los senos. (En búsqueda de la ropa interior) Coyoacán promete. Lo sabemos; pero esta mañana sólo quiero... "¿Café?"

Barrancos

Nadie tiene la responsabilidad de ser su mejor ficción Corazón abierto  Ya me he ahogado en la levedad de mi camino,  el que hacen mis pies.  He esperado y desesperado en la terrible espera de esperar.   Ya he divagado en el desierto; he dejado mis huellas y besado al viento que las borra.  Lancé los manuales invisibles. Ya visité las estaciones sin nombre y los pueblos fantasmas;  las incertidumbres y las ansiedades. También me he adelantado por meses y llegado tarde por días. Ya he sembrado suspiros en los jardines pasajeros,  recorrido los puentes rotos y saltado del barranco. Todo, con las manos libres.  Ya he arrojado las capas del orgullo, la soberbia y impaciencia.  La ropa no tiene nada que ver con desnudarse.  Ya me fundí con la multitud del metro; ya fui riel. Ya, simplemente ya.  Sin ataduras Dejo volar las esperanzas como globos sin paradero, o burbujas que viajan hacia la superficie de sí mismas. Levant

Soy yo, sin remordimientos

1.     Trío Dos con uno; uno con dos. Seis piernas, enredándose entre ellas, creando ríos de saliva y de tequila. Tres bocas son más que tres fronteras. Cinco labios y dos flores que flotan sobre el río del placer, del olvido y de la locura. Pollen sobre los pétalos. Rocío de madrugada, gemidos alter- ados. 2. Sin compromiso Amo los cuerpos. De repente se me resbala lo que cualquiera pueda, quiera, tenga para decir. No me importa. Pocas veces me ha importado. Después de amar a los 14 años, hay corazones que se blindan. Entonces, amo los cuerpos; los senos, las vulvas, los testículos, las espaldas... ¿Qué tienen para decirme además de que son piel? Hay de terciopelo, de azufre, de macadamia, de moras. Hay. Simplemente hay. 3. Controles Yo igual hubiera creído que las ETS están correas del gobierno. Ellas sólo querían pasarla bien. Ellos sólo querían pasarla bien. 4. Posdata Quiero. Siempre he querido; irme. No es una válvula de e

Otra vez, para Cíclope

1 de mayo, 2016 ¿Cómo se supone que deba despedirme cuando lo único que quiero es...? Verte.  Verte, a los ojos. Verte a los ojos. Verte a los ojos muy, muy, muy... A los ojos  y nadar en esas lunas llenas, nubladas,  inundadas. Vagaré en los cómos,  espero irme pronto, y volar en un avión, válvula de escape.  Algún día espero, espero algún día,  algún día,  espero, algún día; recordarte sin extrañarte.  Pd: Una vez más, te extraño 19 de julio, 2016 Amor, busco las formas; hago mis formas.  Ojalá olvidarte se tratara de un asunto protocolario De esperar a que digan un número y sea el mío y  después de eso: Boom Lo siento. Nos siento.  Esperaré en la terrible espera de esperar; con esperanzas rotas y un amor que no sé cómo arrancarme, de la vida, de la mía.  Te pienso.  Camino y te pienso. Fumo y te pienso. Despierto y te pienso. Te pienso.  Lo siento. Nos siento. Eres irrepeti

Autorretrato

Mi mejor autorretrato son mis letras peregrinas; en las esquinas de las servilletas, en mi serie de diarios, en los espejos cubiertos de vapor... Recolecto nuestras fotos; dispersas entre el hoy y el ayer. Extrañarte sabe lluvia; hay gotas que rompen ventanas. Hay quienes dicen que los recuerdos son como estatuas,  colocadas en los pasillos de la memoria; no es mi caso: los recuerdos son plastilina. 

Desde mi viñeta: Ciudad de México

Ciudad de México  Ciudad vibrante; monstruo gris, de luciérnagas eléctricas y oxígeno cortado. Expresos cotidianos y pasos frenéticos. Besos en el metro y asaltos en los puentes. Museo de las uñas. Museo de las tragedias. Museo de las protestas. Bibliotecas de las furias, de escaleras y estantes enlibrados. Algo gotea... Intelectuaelitismo. [Privatización de la educación] Morenidades danzantes, pechos rebotando, sombreros zapateando. Miradas pegajosas y estatuas de chicle. Pulque de placer, de risa; de números perdidos y nombres intercambiados. [Confusión. Postales de Buenos Aires] Recuerdos sin nostalgia; nostalgia sin recuerdos. Museo de la incertidumbre. Taxonomía del vaivén; locuras voladoras. Paisaje autorretratado. Episodios sin censura Museo del museo Pd: Everándome , que esto se pondrá mejor.

Polvos

Dar vueltas como una falda. Ser la cascada de una llanura de flores. Soplar polvos. Usar tops. Besarme los labios. Soplar polvos. Saltar vagones. Robar cigarros. Soplar polvos. Fumar marihuana. Hacer playlists.   Soplar polvos Hacer trenzas. Trepar mechones. Soplar polvos Pintar ciudades Regar plantas Soplar polvos Comer escarcha. Lamer el jabón. Tatuarme con espuma.  Perforarme el corazón. Trabajar en un cabaret . Turistear en un swinger club . Tweetear. Garrrrrrrel.  Libros a $10. Películas en domos. Alberca de pelotas. Soplar polvos Ps: alfombra de terciopleo

La consagración del verano

1 Las nubes son ballenas. Rayos enfiestados de un sol de verano.  Respiro bajo el agua y nado en el aire (contaminado).  Sobrevivo sin manual y escribo poemas.  Vivo en Coyoacán.  Miro a escritores y escritoras consagrarse desde sus balcones.  Yo también me consagro; a la academia cazadora,  la literatura navegante  y el vagamundismo (antropológico).  2 He retornado a las andadas de los cuerpos,  a las cogederas en columpios y metros; al 2x1 en cerveza y los affairs en Uber.  ¡Estoy viva!  3 Espero respuestas.  Con muchas monedas al aire,  una aprende de malabares;  a bailar en cabarets y mascaradas y a jugar al circo en las alas de un avión que se lleva la lava del tiempo y sus ansiedades, uñas carcomidas.  Por ahora,  Buenos Aires es una postal.  Viajo porque quiero tenerla entre las manos y besarla.  Amo mi locura y mi clítoris.  Me abro a la incertidumbre; hacia la carcajada de la lentitud y poca sed de mundo

La última lluvia de julio

Te perdí en la última lluvia de julio Parecieras un recuerdo nebuloso con sabor a nuez de sábado. Esta vez no inundé la casa. Las alcantarillas están en cada esquina, las construí en mi tiempo capturado. Tu cuerpo será una pluma cálida; tus ojos, un par de ciruelas; y tú, un buen acorde. Es todo. Te perdí en la última lluvia de julio. Salió el sol y me escondí. ¿Para qué toparte? Dicen que conspiro contra el destino. Ea, tomo mis propias decisiones. No soy fan de las vendas, las manos atadas o las excusas. Es todo. Te perdí en la última lluvia de julio.

Diálogo

"-Entender no sirve de nada; son trazos a partir de ciertas lógicas. No sé qué sirva pero sentir es darle lugar a la experiencia propia de amar, de convertirse en una sujeta amadora ¿Amada? No lo sé, pero amadora sí y esa es una experiencia que, ante el dolor, muchxs se niegan. -Antes y después de todo, esas lógicas han suprimido sentires. Hay sentires que deberían ser integradas o convertidas en lógicas para ser posibilidades extendidas en un panorama neoliberal y de amores evaporados. -¿Quién dijo que no había amadores y amadoras en las posmodernidades? -¿Residuos de la modernidad? -Entender no sirve de nada."

Lo líquido y el suspiro

Me evaporo entre mis manos.  Cruzo el barranco. Cierro los ojos, tambaleo, cojeo, salto; abro los ojos. Me evaporo entre mis manos. "No pude evitar escuchar tu suspiro ¿Ya leyó a Kafka?" Me evaporo entre mis manos. Yo soy mi tristeza. Yo soy mis recuerdos. Yo soy mis ficciones. Yo soy mis gotas, lloradas y sudadas. Yo soy mis cuatro bofetadas, dadas pero propias. Yo soy. Me evaporo entre mis manos. https://www.youtube.com/watch?v=rXJ4ZhvVeEg

Humana rota: crónicas.

Ahora sé lo que se siente que los ojos se conviertan en cascadas,  que me mientan en la cara mientras me envuelvo en el amor,  que secuestren el aire y las luces que me habitan. Subo y bajo las escaleras del interminable abecedario de mis emociones,  cubiertas por lo “pos”, lo “de” y lo “neo”. Solía ser buena olvidando; me llenaba la cabeza y me vaciaba el corazón.  Llenaba mi cama, de voces y cuerpos.  Vaciaba mis cajones, de cartas y fotos. Nada más moderno que esta clase de binomios.  Ahora entiendo, el “subdesarrollo” latinoamericano viene de la frustración de no poder separar-se:  “Pienso tristeza” “Siento colores” En esta serie de días, sólo me tengo a mí. Vaya, es bastante…  En esta serie de días, ejercito la respiración bajo el agua. Ps: _ _ _ _ _ 

Poemas, felicidad invisibilizada y listas imaginarias

Hay poemas que, como buenos recordatorios, llegan a mi puerta.  "Toc-toc", suenan.  "Boom", retumban.  Así fue "Instantes" de Borges. Soy feliz.  Felicidad invisibilizada  Quiero pensar en la felicidad normalizada,  la invisibilizada y marginada.  ¿Por qué sólo encuentro su existencia, su rinconcito vacío,  su silloncito abandonado,  cuando me empolva la tristeza o me hace añicos el enojo?  Vaya, eso sí que es subversivo.  Basta de preguntas largas. T hat's too mainstream! (En)listamiento  Tengo una lista imaginaria.  Sus números juegan a las escaleras y se cambian de lugar, escasea la prioridad pero abunda la gana,  la gana de pasarla bien en un zapateado, de saltar de la roca más alta para su- mer- gir- me en el cenote más profundo de la Península.  Tengo una lista imaginaria. Sus letras juegan a las escondidillas y hacen trucos de magia,  es irrelevante recordar pero abunda la

Hojas arrancadas: mayo

I.                     Burbuja 1 Esquivar las flores. Arrollar a los mosquitos del jardín. Palpitar como un pétalo olvidadizo, sacudido por el viento de una boca que sopla, que sopla, sopla, sopla... Suave, suave sopla, como si fuera un beso o un secreto. Esquivar las flores. Arrollar a los mosquitos del jardín. 2 Anatomía de ruleta acuífera, en búsqueda de escondites de espinas y agujas. 3 Se acabó. Bastó con la complicidad de un par de dedos y el pico de un pájaro temerario. Esquivar las flores. Arrollar a los mosquitos del jardín. II.                   Pianofello Hay voces que son como dedos, voladores y bailarines. Dedos sobre un piano, piano sobre dedos. Miré al corazón mientras sostenía el cielo; con una mirada cansada, por los castigos del sol tropical; con una mirada difuminada, por las lágrimas arrinconadas. Me voy, me voy pero mientras dura el tango de los dedos, de tecla en tecla, estoy. Estoy, de tecla en

Para Cíclope

¿Cómo se supone que deba despedirme cuando lo único que quiero es...? Verte.  Verte, a los ojos. Verte a los ojos. Verte a los ojos muy, muy, muy... A los ojos  y nadar en esas lunas llenas, nubladas,  inundadas. Vagaré en los cómos,  espero irme pronto, y volar en un avión, válvula de escape.  Algún día espero, espero algún día,  algún día,  espero, algún día; recordarte sin extrañarte.  Pd: Una vez más, te extraño

Digamos que te extraño

Me doy cuenta que te extraño justamente cuando pronuncio la M de tu mombre. Quisiera rodearte y dibujar el mundo en tu cuerpo, para recorrerlo con un par de dedos hasta despegar y llegar a tu boca; me la comería toda. Sólo quiero decirte "amor", aunque no sepa muy bien de qué va... Aunque sea una ser rota e interminable, un ensayo de mis yos. Digamos que te extraño...

La libertad de la luciérnaga

Uno. Añicos Te extirpo, veneno. A ti que carcomiste mis costillas y bebiste agua de mis fuentes, te extirpo. Tengo un jardín de estatuas. Allí te hallabas, sustancia congelada. Te quebré con el martillo... ¡Fiesta de añicos! ¡Qué llueva! ¡Qué llueva! ¡Qué llueva! Dos. El after Me encontré triste, sola y con un paraguas roto, una mano ensangrentada y una risa lúgubre. Vomité petróleo, Espesura y aliento alcohólico, como tu boca podrida. Tres. Memoria Imágenes balanceándose entre los árboles, recuerdos viajeros y yo, atrapándolos, con redes. Aquí, a esos gusanos voladores, he de guardarlos en frascos. Jugaron a disfrazarse de mariposas; pero, con sus múltiples mandíbulas, encarcelaron las olas y partieron mis alas de velo. Cuatro. Luciérnaga Camino sobre el muelle. La orilla es el agua que cubre mis talones. Entonces las veo, sirenas morenas y negras; trenzaré sus cabellos, seré los cascabeles de sus aletas. La luciérnaga se posará sobre el faro y bai

Parece poco

Viento,  mueve las pestañas y los pétalos. Alzamos los brazos y brincamos en coro: ¡somos un barrio hermanado!  Parece poco. Discutí tanto con la teoría, discutí tanto con la praxis; es gracioso que sean igual de efímeras, igual de tangibles. Parece poco. Espero, espero en la expectativa,  espero en las posibilidades.  Desespero,  desespero en la expectativa, desespero en las posibilidades.  Parece poco Sueño haciendo, hago soñando.  Algunas se acercan y otras se alejan porque... "Éramos distintas" Parece poco Nada basta. Toda palabra re-configura las dominaciones, toda dominación re-configura las acciones. ¿Entonces, cómo? Parece poco

I, II, III, Ps

Quiero ser la baba de una pluma cuando escribe sobre... I ¿Sabías que me gustan los arcos de tu boca? Me dan unas ganas de caminarlas y de entrar... No sé muy bien a dónde, pero de entrar. Dime, ¿a dónde? Al menos cuéntame qué hay... II Hoy es muy viernes, ahora veo que es muy parecido a un globo aerostático o a un bong. Bailamos y nos desvanecemos, nos vamos entre el humo, nos escapamos en la risa. III Me gusta el espacio entre un punto y otro, tu oreja y tu pelo, un ojo y un cielo. Pd: amor.

Alicia pregunta por Florencia Cardinal

1 Versiones cual panfletos pegados en los cristales de los autos, chocados contra las banquetas y los postes. 2 Los faroles bailan la coreografía de la noche, ¿qué iba a ser la otredad sino la imitación? 3 Hay gente que sabe reír y otra que hace reír porque el sol tiene forma de girasol y la mañana huele a mandarina. 4 ¿Por qué sólo la adulteada hace diccionarios? 5 Estoy indignada porque tú y porque él, porque todos y cada uno, menos ese y aquél... 6 Te nombro porque huyes pero sigues. Me pregunto por el peso de las medallas que cargas,  iceberg,              hoguera,                             grito. Te pudres en el valle de la pena. Hay un eco, ¡es la risa! Rebota, rebota, rebota, rebota,               dong, dong, dong, dong,                        ping pong.  7 Quiero brincar de cuerda en cuerda,  patinar por tu guitarra y resbalarme en tu voz. Hoy eres césped. Te llamo "amor" porque...

Dodecaedros

nosOTRs Quiero cortar el cable del teléfono, que ninguno de mis dedos entre en cualquiera de las fosas que giran la ruleta, en la que estoy y corro, en la que estoy y sueno, en la que estoy y espero; no tengo expectativas en torno a las voces del otro lado. De cualquier forma, la paciencia nunca fue lo mío. ¿Rostros?  Cada quien sostiene sus cascos de espejo: dodecaedros.  Los aplausos han poblado los salones rotos,  me persiguen,  me hacen esquina, me parten en doce migajas: rincones, me persiguen... Y me atrapan 

Estuche de maquillaje

Faldas Querían hacerme llorar porque me puse una falda, de las cortitas y sin bordado ni lema de resistencia.  Querían hacerme llorar porque me puse una falda. Decían que estaba oprimida porque me gustaba, porque era -decían- de mujeres tontas, esas que se pintan, Querían hacerme llorar porque me puse una falda y no era larga, de esas cool que se ponen las alivianadas, las de patrones no-occidentales, las apropiadoras-culturales. Querían hacerme llorar porque me puse una falda y yo no estaba en una fiesta de faldas, en las que se vale que los hombres las usen, en las que se les aplaude, una vez más, no hacer nada, más que ponerse una falda. Pd: hay quienes sólo saben deletrear "desconstrucción". Labiales En proceso Rubor En proceso Tacones Sentí el patriarcado en los pies pero también lo sentía en los carteles, los que decían que, por taconera, era rependeja. Así que pluc y pluc:  escojo el sonido d

Cuatro esquinas son un árbol

Para mí, y también para ti. Vía Correo Te mandaré un abrazo por correo, tardará una o dos semanas en llegar, pero llegará, sin embargo llegará. Para eso, ese día, eso será ese día, entonces, ya será otro día: un abrazo (te) llegará Hilos Cuelgan, de tu boca cuelgan los que llegan a la mía. Parecen cristales; son hilos de espejo, espumosos y viajeros. Líquido entre las nubes. Me gustas Me gustas, con ganas, me gustas con ganas, con las que tengo, las que como, las que río, las que lloro. Me gustas, de azul o negro, me gustas de azul o negro, como mis medias o mis zapatos. Me gustas, como el chocolate y el aguacate; en todas sus presentaciones. Me gustas, como el aire y el columpio; para surfear y para volar, un ratito o un ratote. Me gustas, como la cuchara que juega en un café sin azúcar, los sonidos del bostezo o los truenos de un cuerpo que se estira. Me gustas, como el brinco y el baile, como los dedos juguetones

Moi

2 Un beso en la espalda, un aliento a canela y una cafetera. Tengamos sexo mientras el café gotea, así como nuestras frentes cuando cada boca gime. 1 Mañana quiero despertarme en un día que sepa a bueno, que anuncie una semana desocupada y que, desde la ventana, vislumbre a un jardín emocionado por ser sembrado.

Yo, chuburléanica.

Chuburná es el ombligo del mundo. Las cuadras -traducidas en pasos- me llevan a las iglesias y a los templos, que cantan y se esconden, luego se asoman entre árboles cuyos nombres, desconozco,                                                                                               y colores, colecciono. También me llevan, entre aceras agrietadas y montañas de piedra, al mercado, a la pozolería localista y al café que aparece los viernes y se va los domingos. Hay algunas bardas que me llegan a los hombros. Sus bordes se peinan con cristales de botella Así son los chubapaseos, laberínticos, como las direcciones y las etapas, muy pacman.  Ps: tengo una vida chuburléanica, cual tolok.

Venonismo

I. Post-it Un día una boca de martillo me dijo "Ah, pero afuera...". Nop, nopiti, nopiti, nop, no le creí, ¿por qué cómo? ¿yo? ¿a mí? Por favor... Pero sí, hubo un afuera que ha sido venenoso. I. Instrucciones para extirpar el veneno  El primer paso es cuestionar la idea la instruccionalización del veneno porque la venenización de la extirpación aunque, proviene de la biología, es una construcción (la poca originalidad se consigue a la vuelta de la esquina o con enterarse que tiraron el muro de Berlín). El segundo paso es memorizar el primero. El tercer paso es no olvidar ni el primero ni el segundo. El cuarto paso es lamerse las heridas, así, como se prefiera, con cualquiera de las lenguas: las que hablan mal, las que se traban, las que lloran mucho, las que se enrollan, las que parece que no están pero sólo saben esconderse bien, entre otras lenguitudes. La quinta pasada es, precisamente, dejar de pensar en "pasos. La sexta pasada es sensibilizarse -mediante