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Mírame

Mírame.
Eres la injusticia perfecta,
el cuestionamiento a la racionalidad; la coincidencia

¿Por qué otro motivo esta ciudad sería Buenos Aires?

Mírame.
Me sostengo al presente que se escurre entre los días;
se me va, amor.

Mírame.
Me sostengo al presente que me empuja al aeropuerto;
me lleva, amor.

Voy contra el viento y el tiempo;
pero me arrastran,
como el asalto de aquella noche.

Mírame.
Quiero quedarme y apropiarme esta forma de estar y ser.

Vámonos,
cabalguemos hasta donde nos queramos.

Mírame,
mírame,
mírame.

Toda, mírame toda.
Mírame para siempre.

Mírame más allá de las promesas, las ganas y los recuerdos.
Mírame más allá de los amaneceres en la azotea.
Mírame más allá de los tés bebidos y por beber.
Mírame más allá de los juegos, las risas y los abrazos en un invierno que resiste a renunciar,
como yo.

Mírame,
mírame,
Sólo mírame.

Mírame para que pueda llevarte.
Mírame, así guardaré tus ojos para cuando no estén así,
como ahora,
frente a los míos; como nuestras bocas siendo peces.

Mírame para que nos recordemos
o nos olvidemos más lento.

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