I
Tú y las calles.
Las calles estarán minadas;
y tú...
Estarás,
con molotovs en los bolsillos,
en la frente y en el corazón encapuchado.
II
Crónica de una muerte anunciada;
atrasada, pero anunciada.
III
Para encontrar a Humberto Naranjo...
¿A Humberto Naranjo?
Ay, ay, ay...
Tendrá que ser con una ráfaga de viento que haga volar las mariposas de todos los Macondos;
con los dientes,
que arrancarán las historias oficiales de los libros.
Hasta que no quede ni una sola
¿Escuchaste?
Ni una pinche sola.
Para escribirle a Humberto Naranjo...
¿A Humberto Naranjo?
Ay, ay, ay...
Tendrá que ser con un avoncito de papel,
con destino a la primera línea la barricada;
al fuego de los meteoritos,
al último ocaso.
IV
Lloverán las estrellas.
No habrá fosa que pueda sepultarlas
No habrá fosa que pueda sepultarlas
Serán las semillas de los nuevos cielos.
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