Ábrete, boca.
Ábrete, boca, sobre la mía.
Sobre la mía, ábrete, boca.
Seamos peces.
Hagamos burbujas en el navegar;
en la víspera de los amores líquidos,
la economía derramada,
el dinero evaporado -como las charlas en los colectivos-
y los golpes de estado sin milicos.
Seamos peces.
Nos quitaremos todas las capas.
Una tú; otra yo...
Otra vez tú y luego yo.
Nos quiero sólo con este núcleo ardiente: piel morena,
recuerdo de nuestro sol y nuestros mares.
Ábrete, boca.
Ábrete, boca, sobre la mía.
Sobre la mía, ábrete, boca.
Hagamos temblar todas las camas
y cada escalón hacia los pisos del edificio,
aquél,
ese,
este.
Transitemos por los puentes.
Escurrámonos,
deslicémonos,
vayámonos...
Sólo hagámoslo.
Transitemos por los puentes.
Escurrámonos,
deslicémonos,
vayámonos...
Sólo hagámoslo.
Seamos peces.
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