El tiempo se evapora en la tardanza de un semáforo;
juego tricolor de promesas,
de esas que se venden en banderas.
Pedalea una guerra entre los metros despistados y las rieles oxidadas.
Entre el sudor de las prisas y el coraje de los olvidos, se asoma una lata que suena;
son semillas y monedas de hambre que cantan mientras el fuego vuela como gasolina sobre caderas.
El sol, de rayos invisibles,
indestructibles y omnipresentes,
pintarrajea las pieles que no se miran en los anuncios.
Un vidrio empapado como una cara escupida,
una bolsa rota por la lluvia,
una almohada abandonada,
un sandwich con hongos,
una noche con camas de periódico
o sólo un mal recuerdo:
-Ahorita no tengo.
-Pa' la vuelta.
Le pega el aire,
el acondicionado,
acondicionador,
acondicionante,
de un Garnier con olor a vainilla.
Pd: aquí, reportando desde el observatorio. Cambio y fuera.
juego tricolor de promesas,
de esas que se venden en banderas.
Pedalea una guerra entre los metros despistados y las rieles oxidadas.
Entre el sudor de las prisas y el coraje de los olvidos, se asoma una lata que suena;
son semillas y monedas de hambre que cantan mientras el fuego vuela como gasolina sobre caderas.
El sol, de rayos invisibles,
indestructibles y omnipresentes,
pintarrajea las pieles que no se miran en los anuncios.
Un vidrio empapado como una cara escupida,
una bolsa rota por la lluvia,
una almohada abandonada,
un sandwich con hongos,
una noche con camas de periódico
o sólo un mal recuerdo:
-Ahorita no tengo.
-Pa' la vuelta.
Le pega el aire,
el acondicionado,
acondicionador,
acondicionante,
de un Garnier con olor a vainilla.
Pd: aquí, reportando desde el observatorio. Cambio y fuera.
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