Ir al contenido principal

Poelike

Mientras hierve el agua aúllan libros abandonados;
pero los ojos no los soportan y en los lagos anarquistas,
gotas desparramadas,
se diluye toda letra.
[Like]
Esa yerba deslavada me mira, como tu lengua;
ya tan muerta pero dispuesta a resucitar
(no, por favor):
machiruladas con pizcas de deconstrucción, tantitas “e” y un toque de… Mhm, un toque de…
[Likes]

Teclas y pantallas
ROOOOOOOOTAAAAAAS,
caras en delay
y voces congeladas en el día 

uno.  
[Like]
Cinco metros cuadrados y diez milímetros de luz.
Aplausos y ladridos en balcones,
camuflados con mi risa que llora, angustia, desespera…
Algo de tinta queda, dolor sobra.
Batería: 18%.
[Like]
¿Quién fuera tuitstar?
Aunque el eco de los corazones debe estrellarse con los añicos del vacío.
O no.
Abro hilo
[Like]
¿Qué día es hoy?

[Like]

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Caleza

En El Desierto de Las Bocas, nadaron los peces, ajolotes negros,  hacia mis faroles distraídos, velas tristes que escriben noches y poemas de papel sobre horas que vuelan por calles y pasillos perdidos de Izamal, orilla de espuma, túnel de arena.

Rezo a Santa Cuarentena

Por mi priviliegio,  por mi privilegio, por mi gran privilegio [con golpes sobre el pecho y ojos bien cerrados], por eso ruego a Santa Cuarentena, siempre del Rosario... Imploro a la Suprema Constelación de los Dolores, de misterios encarnados en las dádivas de la irracionalidad, arráncame estos insomnios de papel que me acartonan en el palacio de las penumbras.  Santa madre de los llantos,  protectora de las águilas, los nopales y las trajineras,  guardiana del esqueleto de las almas y las ánimas en los mercados de la tristeza. Oh, protectora de las lumbres que esperan a sus muertes... Apiádate de mi neurosis y consuela mis constradicciones.  Hágase tu voluntad y líbrame de todo monstruo patriarcal.  MIZO

El universo de las veces (o Deberías estar aquí)

¿Cómo decirte que hoy te he conocido una vez más? Una vez más dentro del universo de las veces, las recordadas, las imaginadas y las... Deberías estar aquí, dejándote amar sobre el pasto, sobre el mar y sobre el suelo frío de un día sin horas, un día libre,  como tu cabello revoltoso.  Siento prisa. Corro hacia algo que crece y, aunque permanece, temo que se desvanezca en un parpadeo, por más largo que sea. Deberías estar aquí y no allá,  atrapado en la pantalla impenetrable,  máquina de planos y buzón tardío de imágenes,  movimientos, voces. Hazme un mapa sobre las manos,  zarpa y ancla en todos sus puertos; pero nada más en esos, que  -aunque hayan otros en mares abiertos-  se saben tu nombre y tus cuentos, el sabor de tu lengua y el sonido de tus besos.  Deberías estar aquí, dejando que tu risa baile con la mía, mientras saltamos en las islas de la complicidad. 13 de marzo